martes, 29 de diciembre de 2009

El hombre y sus escenarios











Augusto, mi amigo fotógrafo, me invitó esta mañana a ayudarlo en la preparación de una sesión de fotos que tenia que hacerle a uno de sus “clientes”. Augusto es un excelente amigo y mejor fotógrafo y yo, a veces, lo ayudo en la producción de sus sesiones, ocupándome de proveer adecuadas escenografías, escoger locaciones, preparar vestuario, consejos de iluminación o cualquier cosa que haga falta para lograr fotografías “bonitas”, como suele llamar Augusto a las fotografías cuidadas, realizadas con esmero; contra las otras que se hacen frente a un sinfín, sin mayores complicaciones y sin tanta producción. Aunque en ambos casos el resultado es bueno (teniendo en cuenta el modelo y el fotógrafo, que en este caso siempre son de primera) se puede notar la diferencia. En las primeras, el modelo se maquilla, la piel se prepara, el escenario es cuidadosamente estudiado y el resultado pasa siempre por el agradecido retoque de Photo shop. En el otro caso, es la sensación de libertad y de cierto “salvajismo” lo que manda. Cuando se trabaja el cuerpo humano, las sutiles diferencias entre ambos estilos es lo que hace a un buen fotógrafo y a una buena foto. Al menos eso pensábamos cuando hacíamos dirección de arte para proyectos gráficos, como actividad profesional.
La sesión de hoy fue bastante buena; lamente muchísimo no haber logrado que me autorizaran la publicación de alguna de las fotos en mi blog, pero el modelo está reluctante a “empezar a rodar por Internet” (y debería….) De todos modos recordé que en mi enorme colección de fotos, tengo varias con ese estilo. Al igual que Augusto, las llamo “fotos bonitas”…tienen en común que son fotos con escenografía. Créanme, no son fotos fáciles de hacer, para nada.

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