miércoles, 18 de noviembre de 2009

Uniformados





Policías, bomberos, soldados, oficiales, meseros, marineros, boy scouts, vigilantes, fiscales de transito, chóferes…todos, todos los que lleven puesto un uniforme encima, de verdad o de mentira, son la fantasía más importante de un altísimo porcentaje de homosexuales en el mundo, incluyéndome. Ya he dicho hasta el cansancio que mis preferidos son los taxistas (que también van uniformados, por cierto) pues seguramente deben estar cabeza a cabeza – nunca mejor dicho – con los uniformados de todo tipo; aunque en mi caso me muero por un bombero y un vigilante, debe ser por aquello de que la cabra siempre tira para el monte.
Seguro que están de acuerdo conmigo. El nivel de morbo que nos despierta un uniformado es increíble; pero también es completamente irracional, ya que puestos a “trabajar” lo primero que uno desea es que se quiten la ropa, ósea, dejen el uniforme a un lado; a no ser que seas como un amigo mío queridísimo que los obligaba a que se lo cogieran con el uniforme puesto aunque tuviera que pagarles por eso. Ese nivel de morbo se aplica, incluso, para los que realizan nuestras fantasías disfrazándose de cualquier cosa y aumenta tremendamente, cuando el que porta el uniforme, es realmente profesional de su ropa.
Nada, que nos morimos de emoción cuando el muchacho vestido de soldado, acaba de salir del cuartel.

2 comentarios:

  1. come me gustaria que esos uniformados me rompan el orto y chuparles esas pijas hermosas

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