domingo, 15 de noviembre de 2009

Jeff, el único







Tal vez los más jóvenes no sepan de quien estoy hablando. Para mi generación, fue un ídolo indiscutible. Era el rey de tiempos en que las películas venían en cassettes de VHS, decolorados de tanto copiarlos. Era “el María Callas del porno”: Jeff Striker. Sin duda, el más deseado actor porno de todos los tiempos.
Nacido en 1962 con el nombre de Charles Casper Peyton, este hombre absolutamente maravilloso, a pesar de su corta estatura, era la fantasía por excelencia de los gay que habitamos este planeta, desde el Río Grande hasta la Patagonia, en los años 80 y 90.
Físicoculturista desde los 11 años de edad, fanático del bronceado y poseedor de un grueso y delicioso pene de 25 centímetros de largo que se mantenía parado por horas; hizo una carrera espectacular. Desde el momento de su descubrimiento, a los 22 años, protagonizó cientos de películas, en las que siempre hizo de activo, agresivo y dominante. Una vez dijo que, él en su vida real, no era ni siquiera bisexual; pero cada película suya demostraba fehacientemente lo contrario. En tiempos en que no existía Viagra, cogerse a otro hombre con tal desempeño, tenia que ser un talento guardado en el gusto. Aunque también filmó películas heterosexuales, (una de las cuales sigue siendo la película porno más vendida) fue el cine gay el que le dio toda su fama. Además, su dildo, copia exacta de su prodigioso palomón es, aun hoy, objeto de culto para la comunidad homosexual.
Puede que sea cierto que Jeff sólo cumplía con su trabajo. Pero, a pesar de su coqueteos con el cine hetero y sus dos matrimonios e hijos, Jeff Sriker, en su retiro Californiano, es y será siempre uno de los nuestros, gracias al cielo…

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