sábado, 21 de noviembre de 2009

De verdad, verdad











No quiero decir que la inmensa cantidad de fotografías que circulan y se encuentran por estos lares, no sean de hombres verdaderos; lo son, sin duda alguna. Algunos parecen de embuste, es cierto; pero es imposible trucar tanta belleza. Habrán algunos detalles que pueden corregirse con el siempre útil photo shop; al que le debemos por ejemplo, la polémica sobre la dotación de Enrique Iglesias, después que alguien decidió asumir que el hijo de Julio lo tenia que tener inmenso, y le acomodó un pipizote de miedo, en unas fotos que circularon hace años y que el negó rotundamente fueran suyas, diciendo tajantemente que “de eso es de lo único que no puedo presumir”.
Lo que sucede, al menos para mi, es que esas fotos de modelos, actores pornos, y muchachos buenazos que se empelotan ante una cámara, son solamente fantasías irrealizables. Seguramente en Mississippi debe haber un gringo divino, con una paloma de concurso, cuyas fotos le han dado la vuelta al mundo en 80 idiomas y unos pocos vecinos han tenido el placer inolvidable de conocerlo; pero, para nosotros mortales observadores, no dejan de ser eso: una fotografía, que lo máximo que nos brinda es un pajazo muy rico.
Pero hay otros; son los que yo llamo "de verdad": hombres de verdad, palomas de verdad, conocidas y probadas. Hoy los comparto. Son machos – o pedazos de ellos - con nombre y apellido, a quienes no hay que ir muy lejos para encontrarlos y disfrutarlos. Fotos que más que archivos jpg, son memorias maravillosas. Están aquí mismo, son nuestros vecinos y la verdad no tienen nada que envidiarle a modelos de revistas…solo que no han sido descubiertos. Todavía.

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