viernes, 8 de enero de 2010

Entre dos








Tengo que confesar que me gusta mirar. Me divierte muchísimo y me da mucho morbo asomarme a una ventana y espiar las soledades de mis vecinos, que algunas veces son muy domésticas y no ofrecen nada extraordinario; pero algunas otras están llenas de intimidades, tanto en soledad como compartidas. Es lo que tiene vivir en un edificio, donde la gente desconoce el valor de las cortinas y se esfuerza por vivir todo lo que les provoca. Suerte para uno, que el ejercicio del voyeurismo conoce también de oportunidades en la web y otros sitios. Como en esta ocasión, que dos sabrosos muchachos latinos, se muestran sin pudor alguno mientras dejan salir lo mejor de ellos en una sesión que tenemos que agradecer a Latinboyz.com.

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