
Resulta que hace poco dijimos que los militares eran la segunda mejor opción de hombres disponibles. Pues bien, aquí tenemos algo que nos encanta: la posibilidad de verlos jugando con su armamento más privado y más gustoso; sin quitarse mucho el uniforme y sin muchas otras contemplaciones. Lo dicho, ¡¡nos encanta un soldadito!!
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