miércoles, 21 de julio de 2010

Otro fetiche


Tengo un fetiche más. Creo que data de la época en que era asiduo visitante de baños públicos y experto practicante de "rápiditos" en los sitios más insospechados: me encanta ver a un hombre a medio desvestir, urgido por conseguir satisfacción y con poco tiempo para disfrutar algo más que una suculenta mamada o un entusiasta pajazo. Hoy día, que puedo darme el gusto de encerrarme con mis hombres donde no puedo ser molestado, sigo sintiendo un mariposeo emocionante cuando ellos empiezan a desvestirse; tanto, que algunas veces, me lanzo a la tarea de hacerlos gozar, cuando los pantalones han llegado a las rodillas y permanecen allí. Locuras de uno, tal vez, pero la excitación que produce un macho a medio desvestir, es realmente inigualable.



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