jueves, 1 de julio de 2010

En el jardín

Hace tiempo tuve un amante que tenia la jardinería como hobby y había logrado en el minúsculo patio de su casa, armar un jardincito que era lo más bonito. Un jardín al que le dedicaba tiempo y esfuerzo, sobre todo en los días de calor. Podía pasar horas regando y arreglando las matas y siempre encontraba maneras de que esa tarea fuera grata. Un día me puse a ayudarlo. Hacía calor, no sólo por la alta temperatura, también porque nos gustaba tirar en lugares no convencionales. Empezamos por jugar con la manguera, cuando de pronto, yo decidí que lo mejor que podía hacer era jugar con aquella otra manguera que tanto me gustaba (y vaya que era una manguera)...por suerte el patio era un espacio cerrado, pues de no serlo, los vecinos se habrían dado el banquete. Todavía, cuando recuerdo la mamada tan rica que le dí en aquel patio y como en un momento de mucho entusiasmo, él sacó del garaje una manta y me puso en cuatro, en aquel mismo patio, me pongo entre nostálgico y cachondo. Estuvimos tirando sin descanso por un rato largo entre las plantas y sin importarnos el inmenso calor. Siempre pienso que esa tirada en el jardín de la casa de mi amante, es una de las que merecen el mejor recuerdo...














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