lunes, 6 de junio de 2011

Tú contigo...

Recuerdo que una de mis primeras pajas no sucedió en soledad, como se acostumbra. Estudiando en casa de un compañero de colegio, él sacó unas revistas porno de la época (bastante discretas para lo que vemos ahora, jajaja) y me las mostró muy excitado, como quien enseña un tesoro. Estuvimos un rato viéndolas y, con las hormonas a millón de los 16 años, él empezó a pajearse por encima del pantalón; al poco rato se había sacado su guevo bien parado, y se estaba dando con todo el entusiasmo, mientras me invitaba a imitarlo. Yo, que jamás aguanté dos pedidas, lo hice con el mismo gusto junto a él. No nos tocamos, ni hicimos ninguna otra cosa, solamente nos pajeamos juntos, como suele suceder a esa edad entre chamos de colegio; pero, la excitación me acompañó por semanas. Eran los tiempos en que me debatía entre "ser o no ser" aunque sabía que lo era...esa y otras pajas sucesivas me ayudaron a convencerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario