Estoy aprendiendo a aceptar y reconocer la belleza en un hombre tatuado. Sigo pensando que es una tontería innecesaria marcarse el cuerpo para siempre, llenarse de manchas y dibujos que envejecerán con uno y nunca podrán ser eliminados del todo, una vez que la belleza y el cuerpazo hayan desaparecido. Pero, estoy empezando a aceptar que en algunos casos, un discreto adorno corporal agrega cierto sex appeal...
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