martes, 23 de marzo de 2010

Arena blanca, mar azul...











Bueno...regresé de la playa. Tan soltero como me había ido. Resulta que el tipo encantador que me acompañó e invitó a pasar con él un fin de semana de arena blanca y mar azul, está totalmente comprometido y a mí, nunca me gustó ser el cacho de nadie. Vainas de uno, pues. Claro que eso no tuvo mayor importancia a la hora de pasarla rico. Y no sólo con él. Al hombre le gusta portarse mal y a mi eso no me disgusta. De modo que conseguimos un buen par de chances para invitar un tercero a nuestra habitación de hotel; eso si, después de habernos disfrutado el uno al otro hasta casi la saciedad. Tal como me habían contado, el hombre está muy bien dotado y es uno de esos activos con imaginación y buenas artes, que lo deja a uno siempre pidiendo más. Tiene la dosis perfecta de morbo, de creatividad y de destrezas y por lo menos, dejó muy claro que conmigo, todo el sexo de este mundo no es suficiente. Cosa que agradezco. Le encantan los "maduros" y le gusto yo. Pero, tiene mucho que resolver en su vida privada. Además no es material para casarse. Le descubrí más de una manía difícil de aguantar; como por ejemplo, que le gusta escuchar una música feisima todo el tiempo.
Fue un buen fin de semana, de todos modos. Luego les contare los detalles escabrosos...

1 comentario:

  1. ja ja... que bueno que regresas... sería interesante saber los detalles! :-P

    Si el tipo está bueno y además es bueno en la cama, pues es lógico que tenga algun tipo de defecto... nadie es perfecto!

    ResponderEliminar