martes, 2 de junio de 2009

Experimento


Hace poco, varios amigos hicimos un sencillo experimento: Subimos a MANHUNT una foto de un tipo buenísimo y creamos un perfil que entre otras cosas, decía que el tipo era un mèdico cubano trabajando en Venezuela. Luego, nos sentamos a esperar. La idea era calibrar hasta donde el físico de un tipo es determinante para lograr compañía de sus pares sin importar procedencia u otros simples detalles. Pues bien, lógicamente el resultado fue justo el que creíamos: O estàs rebueno y te gastas un palo de concurso o te jodes y te dedicas a la autosatisfacciòn. En dos días, nuestro perfil inexistente había recibido 217 mensajes de todo tipo, en el que solo dos se referían, de manera bastante ofensiva por cierto, a su condición de mèdico de barrio adentro (para la mayoría de los venezolanos, trabajar en barrio adentro es casi traición a la patria).
De esos 217 mensajes, solo cinco descubrieron que la foto no era realmente la de alguien buscando encuentros reales, sino la de un desconocido actor porno. Todos los demás le hicieron cualquier ofrecimiento a nuestro modelo. Desde las màs raras ofertas de sexo salvaje, hasta ofertas de matrimonio formal. La mayoría de los mensajes eran de hombres auto denominados "pasivos" que se morían de ganas de comerse ese manjar. Algunos tuvieron la fantasía de disfrutar el lado trasero de nuestro modelo, nada despreciable, por cierto.
Lo curioso es que nadie le ofreció un poco de afecto. Aun los que expresaron la idea de "amarlo" lo hacían refiriéndose a su muy buena dotación.
Suficiente para admitir que somos un grupo humano en el que no tienen cabida los feos ni los chiquitines. Lecciòn aprendida.

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