Hay quienes se precian de no perseguirlo como único fin y, la verdad, los admiro, pues aunque el tiempo que toma se mide en segundos (o menos) la sensación de gusto es una cosa que difícilmente se puede describir. Y lo es tanto para el que la da como para el que la recibe, ya que como somos tan creativos, afortunadamente hemos convertido la eyaculación en uno más de nuestros juegos de cama. Tengo que decirlo: es una de mis cosas preferidas...Hay que ver lo que me encanta que un macho me bañe con su leche tibia y cálida después de un buen revolcón....es que me encanta que, literalmente, me den leche....toda la leche que tengas guardada para mí...
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