Se puede discutir hasta el cansancio y puede que jamás nos pongamos de acuerdo; el tema fetiches corporales es interminable. Sorprende, en caso de que usted decida hacer una encuesta entre sus amigos, los rincones del cuerpo de un hombre que terminan convirtiéndose en "esa parte" de ese cuerpo, que tanto y tanto nos causa morbo y para la cual se han inventado todo tipo de estrategias de placer. Yo, me quedo con lo pies, (después de aquello) tanto, que ando por la calle mirando directamente a los pies de los hombres - gracias a Dios existe la moda de las sandalias - y más de una vez, un buen par de pies bonitos me ha bastado para meterme en la cama de un desconocido. Es un gran motor de encendido, sin más...
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