Un pajazo particular

Llegó a mi casa un día en la tarde. Creo que era sábado, pues yo estaba sin nada que hacer viendo un poco la tele. Yo le tenía puesto el ojo desde hace tiempo, pero no me atrevía a decirle nada porque tenía fama de ser un tipo violento y desagradable. En efecto, era un poco antipático, pero eso no hacia sino agregarle atractivo ante mis ojos. Ese día, tocó la puerta con urgencia. Salí a abrirle y lo encontré allí, de pie, agarrándose un paquete que parecía listo para lo que fuera.

Me intrigué. Abiertamente le pregunté que quería.

- Pana, tu eres marico, verdad? me preguntó
- Bueno, si, prefiero otra palabra, pero si lo soy, le dije
- Ok... no te ofendas, pana, es que tengo un problemita y quiero saber si me puedes ayudar a resolverlo
Eso me dejó aun más sorprendido, un problemita que yo pudiera ayudar a resolver?
- Y cual será el problema? dije
- Bueno...eh...verga pana...es un poco raro, pero tu no tendrás una película de esas porno que me pongas para hacerme un pajazo?
- Cómo?
- Si vale....coño, es que necesito hacérmela pana...estuve metiéndole mano a una jevita en el estacionamiento y la caraja me dejó así...pero no me hizo más nada y yo estoy que reviento....
Entonces me mostró su abultadisimo paquete que, efectivamente, parecía reventar

De inmediato le invité a pasar, diciéndole que yo entendía esas urgencias.

- Pasa para mi cuarto, anda, ponte cómodo mientras busco la película que quieres

- Eso pana, de pinga...mira si quieres ver no hay rollo, yo me la hago y tu ves, y si quieres te la haces también, pero no me vayas a tocar porque se me corta la nota....

- Y por qué viniste para acá a eso?

- Bueno pana, en que en mi casa están mis viejos y les va a parecer raro que entre y me encierre en mi cuarto...me da como vaina y entonces pensé que tu casa era el sitio...

Entró a mi habitación, se desvistió completamente, muy rápido y se sacó el interior. Un artefacto de muy buenas dimensiones, había echado toda la baba posible. Estaba medio parado, por efecto de una gran erección anterior y pedía a gritos un poco de atención. La boca se me hizo agua. Pero, fiel a mi compromiso me limité a mirar.

Puse la película en el DVD, y el tipo se acostó en mi cama. Empezó a sobarse como si estuviera sólo en el cuarto, pero de vez en cuando me miraba y se agarraba su guevote, súper parado, como queriendo que yo lo viera.

- Es grande, no? te gusta? está que echa candela.....

- Me gustaría poder agarrarlo si tu quisieras

- No pana, ahorita no, es que estoy en otra nota. Quizás otro día...no se...pero miralo, es de pinga, puedes mirar todo lo que quieras....

Entonces, empezó a darse con suaves movimientos de mano que iban acrecentando el ritmo, a medida que su excitación parecía aumentar. Estuvo como diez minutos en eso, mientras yo hacia lo mismo, en una silla que había puesto frente a él para mirarlo con todo mi gusto.

De momento, agarró fuertemente sus bolas peluditas y grandes, que guindaban en la entrepierna y empezó a frotarlas con fuerza, mientras sacudía arriba y abajo su durísimo machete. Arqueó la espalda, tuvo un par de movimientos como revolviéndose en la cama, y botó un rico chorro de leche que le bañó el pecho. Poco a poco siguió dándose cada vez más suave, hasta que había sacado todo el semen que tenía acumulado.

Se limpió, se vistió y se levantó.

- Gracias, de pana que sí. No vayas a decir nada a nadie...OK? la próxima vez de pronto y me das una mamada...