No hay nada igual...que cosa tan rica es un buen negro, con todo en su lugar y esa piel oscura y brillante que tanto provoca lamerla sin detenerse ni para agarrar aire y esos magnificos aparatos siempre listos para darle a uno todo el placer que uno espera y busca tener a mano, y en la boca. Que vivan los negros, son los hombres por excelencia...sin duda!
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