Lo llamamos así y tenemos eso como señal propia; nadie sabe por qué, pero en este país, el pene (aunque tenga muchos otros motes) se llama Guevo y se escribe con g, mientras que las bolas, que en todas partes se conocen apropiadamente como Huevos, aquí se llaman bolas y nada más. Es cosa de gentilicio y posiblemente de lo mucho que nos gusta un buen guevo. Póngale el nombre que usted quiera, pero aquí, repito, lo llamamos Guevo y nos encanta jugar con él y hacerle lo que nos pida..
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