lunes, 4 de abril de 2011

Fiesta de cuatro

Mauricio es un amigo mio, con quien me gusta mucho tener sexo eventualmente. Es un muchacho de 30 años de edad, con lindo cuerpo y aunque no tiene un machete realmente espectacular, (clasifica entre los normales-pequeños) lo usa con maestría y es un tipo muy deshinibido al que le gusta probar vainas nuevas e inventa numeritos muy cheveres. El sábado en la noche me llamó para venir a verme y, como siempre, le dije encantado que sí. Llegó a casa como a las 10 pm y gastamos un poco de tiempo haciendo conversación tonta. Estando en esas, su teléfono sonó y él respondió. Lo escuche decir que estaba en casa de un pana y que se iba a quedar allí un rato. Luego algunos si y no, con marcada intención y un predecible "déjame preguntarle y te llamo en un minuto". Enseguida me contó que se trataba de un amigo suyo que estaba con otro pana y querían hacer un poco de fiestica y que si me importaba que vinieran a mi casa a unírsenos a nosotros. Le contesté que no había problemas y él, enseguida, se los hizo saber.Mauricio me abrazó y me pidió pasar al cuarto, "para irnos calentando" y me dijo en tono que no admitía dudas

- Ya veras lo rico que vamos a pasarlo...



Fuimos a mi habitación y allí empezamos a besarnos y acariciarnos hasta que finalmente nos quitamos la ropa y la cosa empezó a ponerse caliente. Yo había casi olvidado que esperábamos visita, cuando sonó el intercomunicador del apartamento e intenté levantarme a abrir. Mauricio me dijo que me quedara allí y que él atendía. Se levantó, atendió el interphone y regresó a mi cama por unos minutos. Casi enseguida sonó el timbre del apartamento. Mauricio, una vez más, salió a atender, no sin antes advertirme que no me vistiera. Él se puso una bata mía y fue a la puerta. Desde mi lugar pude escuchar que se saludaban y se hacían bromas diciéndose entre ellos que "ya estos dos como que empezaron a darse rico". Mauricio fue el que habló:

- Pasen por aquí, Fede los está esperando y yo también, estamos listos para lo que salga...

- Ok, eso está bien, dijo uno de los dos recién llegados

- Bueno, si la cosa es así, déjame ponerme a tono, dijo el otro mientras se quitaba camisa y soltaba los zapatos en el piso.

- Él es Fede, mi pana del que te había hablado, hizo Mauricio las presentaciones.

Por toda respuesta, Felipe (que así se llama uno de los dos, el más buenmozo) me miró y me dijo: - Coño, se me paró con verte pana, me gustan que jode los carajos peluditos...

Diciéndolo se acercó a la cama donde yo estaba y me empezó a tocar con interés. Raúl, el otro muchacho, un carajo super corriente, medio rubio, no mostraba mayores atributos, hasta que se quitó la ropa y exhibió un poderoso guevote como de 21 cms de largo y muy grueso completamente depilado. Me sentí en la gloria, sólo de verlo. Mauricio lo notó y se acercó a Raúl. Lo calibró un poco diciendo

- Chamo, te lo voy a mamar un rato para que se te pare bien, mira que eso es lo que le gusta a Fede, pero bien parado...

Raúl se dejó mamar mientras terminaba de desvestirse; yo entre tanto tenía el machete de Felipe en la boca desde hacia un rato y él buscaba la mejor forma de comenzar un 69.



Mauricio se acercó y empezó a alternar su boca entre el guevo de Felipe y el mio, mientras agarraba con la mano el portentoso instrumento de Raúl. Entonces me sacó el guevo de Felipe de la boca, y con toda precisión, agarró el que yo estaba deseando desde que lo vi y empezó a ponermelo en la boca, dirigiendo completamente la operación. Mauricio lo agarraba, lo metía en mi boca, me decía que lo lamiera suavecito, luego me agarraba la cabeza y la empujaba dentro del guevote de Raúl que estaba hirviendo; él entretanto me pedía que no dejara de mamar porque le gustaba mucho como yo lo hacia. Mauricio le daba la razón, mientras Felipe se había instalado entre las piernas de Mauricio dándose manjar con el paradisimo guevo de él. Mientras yo me deleitaba mamando, ya por mi cuenta, el estupendo machete afeitado de Raul, y Felipe mamaba compulsivamente el de Mauri, él se puso de modo tal que pudo empezar a mamar el mio, en un acto de verdadera proeza sexual. De pronto me di cuenta que todos estábamos dedicados por entero a darnos el mayor placer oral posible, y estuve a punto de estallar de gusto. Mauricio que es un excelente mamador, estaba dándome, con su lengua, más placer del imaginado, mientras yo hacía lo mismo con Raúl y Felipe se masturbaba ante nuestros ojos, chupando con fruición el guevo de Mauricio.




Entonces, Raúl se apartó ligeramente en la cama, y se ubicó detrás de mi. Lo escuché como le dijo a Felipe

- Pana, esto te va a encantar, mira ese culito peludito que tiene este carajo. Ven, para que lo goces...vente pana...

- Ummm...tienes razón chamo, que culito rico tiene este tipo, todo peludito...verga...me tiene loco.

Felipe se inclinó y ante los ojos gozosos de Raúl, comenzó a acariciar mi culito, para buscar dilatarlo un poco y luego fue bajando con su boca por mi espalda, hasta que se instaló por un ratico a chuparme con avidez el orificio de mi culo. Yo estaba en la gloria, Mauricio se había apropiado del guevote de Raúl, pero acariciaba el mio mientras lo mamaba. Raúl entonces, le dijo a Felipe que me pusiera boca arriba. Lo hice y abrí las piernas completamente, Raúl fue entonces el que empezó a besarme el culo, mientras Felipe me mamaba el guevo y Mauricio dirigía los movimientos de todos. En poco tiempo, Felipe se había acostado sobre la cama con su machete completamente listo para embestirme y a su lado, Raúl exhibía la erección más poderosa de los cuatro.

- Siéntate aquí, anda....déjame ser el primero en comerme ese culo de macho que tienes.....dijo Felipe

- Eso pana, dale tu primero, mientras yo le doy al otro pana aquí...dijo Raúl

Mauricio se estaba poniendo lubricante, pasó el pomo a Felipe quien me lubricó completamente y enseguida empecé a meterme poco a poco su nada despreciable instrumento. Yo estaba suficientemente dilatado y me entró sin mayor dificultad. A mi lado, Mauricio luchaba por meterse también el magnifico guevo de Raúl. Ellos empezaron a bombear con fuerza, mientras Mauricio y yo nos acariciábamos y nos tocábamos.

- Déjame algo a mi, no lo hagas acabar todavia....le dijo Raul a Felipe. Dale tu aquí, este chamo también tiene un culito rico, lo tiene apretadito....vente para aca.

Felipe me sacó el guevo, yo me puse en la cama boca arriba, abrí mis piernas y me prepare para meterme la gorda paloma de Raúl. El me embistió de un solo golpe, mientras Felipe hacia otro tanto con Mauricio, Bastaron pocos minutos para que Raúl sacará su palo aun muy duro de mi interior y acabara, llenandome de leche el pecho y la cara.

Felipe hizo lo mismo y empezó a pajearse son fuerza; acabó enseguida. Mauricio y yo, nos besamos un rato mientras soltabamos nuestra leche, uno sobre el otro.

Nos levantamos de la cama realmente satisfechos. Intercambiamos teléfonos y quedamos en próximos encuentros....yo apenas puedo esperar que se materializen.



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