martes, 15 de abril de 2014

Tinta en la piel

No me gustan los tatuajes ni los tatuados. Tengo, seguramente, algún recuerdo abominable ligado a un hombre con un tatuaje, que no logro sacar de mi inconsciente, pues de otro modo no logro explicar lo que me sucede cuando me tropiezo en la vida con un hombre que lleva, orgullosamente, un tatuaje en su piel. Yo creo que suficientes tatuajes tiene uno en el alma, como para andar con la piel pintada de esa forma tan permanente. Son cosas mías, bien tontas quizás, porque viéndolo bien, cualquiera de los hombres que están aquí, por ejemplo, no desmerecen en nada lo bueno que están, solo por llevar un tatuaje...así que no me hagan caso, quería decirlo, nada más....
 









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