lunes, 21 de abril de 2014

La divina edad dorada

Yo creo que lo he dicho muchas veces: no cambio a un jovencito inexperto al que probablemente tenga que enseñarle demasiadas cosas, por la seguridad y años de práctica y buen uso de lo suyo que puede ofrecerme un señor mayor. A mi me producen todo el morbo de este mundo...todo y no pierdo la oportunidad para encamarme con uno de ellos. Por suerte, se donde encontrarlos...
 
 
 
 

 





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