Y hablando de esos encuentros en los que participan varios, es decir, más de dos, es imposible que yo deje de mencionar a aquellos hombres que tienen entre las piernas, casi una persona más, independiente, algo así como un niño dormido esperando para despertarse...esos hombres cuya herramienta es de ese tamaño casi desproporcionado con el que parece que uno tuviera una tercera persona en la cama...son deliciosos, lo sé. A veces un poquito difíciles de manejar, para decirlo todo, pero sin duda, deliciosos...como todos estos:
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