No tengo ni un problema en admitir que me fascinan los pelos en el cuerpo de un hombre y que me fascina que estén donde tienen que estar….para algo los puso Dios ahí (o quien quiera que haya creado esa cosa maravillosa que es el hombre) por eso no entiendo a los afeitados, aunque me los gozo igual, y mucho menos entiendo a los que les obligan a afeitarse…es cosa de gustos, pero siempre lo he dicho: Donde hay pelos, hay felicidad…

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