domingo, 22 de mayo de 2011

Para cada paja un motivo

Uno de mis lectores (y lo dejo en secreto, porque sí) me ha pedido que me ponga creativo, pues él está dedicando sus últimas madrugadas a pajearse muy rico cada vez que la dureza de su machete lo despierta. Lo que más me gusta de este lector-pana, es que según siempre me cuenta, lo suyo es un culito para comerselo hasta el cansancio y creo que tiene con que comer y comer duro y sabroso; así que para él, y con las disculpas para otros lectores, va esta variedad de traseros apetecibles y pajeables, aptos para madrugadas en soledad.


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