No hace mucho tiempo, estuve en una fiesta para la que exigian traje de etiqueta (Black tie). No suelo acudir a ese tipo de eventos, pues me da como fastidio sacar el smoking, mandarlo a limpiar y ocuparme de toda la parafernalia que implica "vestirse formalmente" pero esa noche me provocó y lo hice. Hacía mucho tiempo que no le daba tanto festín a mis ojos; ese día entendí que el traje de gala masculino (en sus multiples versiones, incluyendo las foráneas) es increiblemente sexy. Los hombres, definitivamente, nos vemos muy bien cuando hacemos un poco de esfuerzo para lucir de acuerdo a la ocasión y si esa ocasión es de gran gala, pues muchisimo mejor. Esa noche me arrastré a mi casa a un guapo jovencito en smoking, que moría por quitarme a mi, mi ropa. Lo hizo y yo también y el polvo fue bueno, pero no memorable. Estoy seguro que fue mi traje y el suyo lo que causo la atracción, así que creo que nunca hemos debido quitarnos totalmente la ropa...
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