domingo, 9 de enero de 2011

El mejor alimento

Lo bueno de mamar, es que tienes muchos momentos para anticipar el disfrute. Desde el instante en que piensas que lo harás, cuando descubres el machete que te llevarás a la boca y empiezas a sentir como se endurece ante la expectativa de tus generosos servicios y sientes que tu boca se hace agua y te llenas de saliva por la emoción indescriptible de empezar a darle suaves lamidas que anteceden gestos más golosos y decides metertelo completo y saborear el acre sabor de su masculinidad y deleitarte al saber que lo tienes prisionero de ti, hasta que reviente de gozo y llene tu boca con su leche calientita....pocas cosas se le igualan; realmente, que rico es poderse mamar un buen guevo!!!




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