Nuevamente me encuentro en el medio de una conversación en la que el tópico es el mismo: El famoso tamaño del guevo. Esta vez, el grupo de "opinadores" estuvo mixto. Mujeres y gays que opinaban sobre el tema mientras comíamos pastitas en una famosa panadería de Caracas. El resultado, por una vez, fue casi unánime, pero costó conseguirlo: El tamaño importa e importa mucho. Pero, hay sútiles diferencias: según las mujeres (tan discretas, ellas) el asunto es "ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre"....término medio y gruesecito, pero no monstruoso y menos para sexo anal - parece que les da miedo - para los otros que participamos en el asunto, el gusto parece inclinarse por palomas de verdad, verdad: Grandes, bien paradotas y gruesas. Sobre todo si es para metérnoslo rico. Cosas de gustos....
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