sábado, 4 de julio de 2009

Hombres al volante



Tenemos que admitir que es una fantasía recurrente: El taxista buenazo que se deja seducir o que nos seduce con toda la picardía criolla de los hombres que andan en la calle todo el día y, más o menos, lo han visto todo.
Yo no tengo problemas en confesar que son mi blanco preferido. Tomo taxis que no necesito con el único objetivo de arrastrarme al chofer, y tengo mis trucos. Veamos:
Lo primero, por supuesto, es sentarse adelante. El asiento de atrás es para gente que quiere poner distancia. Obviamente, ese no es el caso, así que pongámonos “a tiro” y saludemos con simpatía y un poco de pluma. Nada de llamar “compadre” al taxista. Tiren la red, no pierdan un segundo. La mayoría de las veces, el trayecto no dará chance a mucho y la primera impresión es la que vale; una primera impresión que tendrá mucho éxito si tiene un poco de pluma. Leve, pero definitiva. Basta que recordemos que la mayoría de los taxistas se creen “supermachos” y los que queremos pasarla rico somos nosotros; nada nos cuesta ponernos en plan loquita. Pero con elegancia, las locas cutre, ahuyentan.
Para conversar hay dos temas que no fallan: El tráfico y la profesión de taxista. Siempre salto de una a otra e insisto en recalcar lo interesante de su oficio. A esas alturas, ya podemos darnos cuenta del camino de nuestro esfuerzo. Hay dos alternativas: Te odia y quiere bajarte de su carro, para lo cual usa la indiferencia más absoluta como arma, o hace un buen rato que decidió “ponerte a becerrear”; si ese es el caso, su simpatía te va a dejar encantado. Lo demás, es sencillo, pero pasa por un detalle FUNDAMENTAL: no quites los ojos de su entrepierna, ni cambies la cara de embeleso que te produce el presagio del placer. Míralo “allí” hasta ponerlo nervioso. Si el tipo te hace algún comentario sobre la manera indiscreta de morbosearte el paquete, ¡BINGO! En pocos minutos lo tendrás en tu boca. Si no lo hace, bájate del carro, paga el importe exigido y despídete hasta el próximo.
Creo que para todo lo demás, funciona el sentido común. Recuerda que Venezuela es un país terriblemente inseguro y no te expongas: Nada de callejones oscuros y mucho cuidado con meterlo al apartamento. Prefiere siempre taxistas asociados a una línea conocida y ocúpate de leer la identificación y memorizar el número del taxi y la placa. Un condón a la mano (siempre lo piden y nunca tienen) y mucho dominio del arte de enloquecer a un hombre es mi última recomendación. La mayoría de los taxistas, agradecen el alivio de un buen polvo; es una forma de ser buenos ciudadanos…

2 comentarios:

  1. Vaya, pero que eficaz!!! Jajaja... tremendo manual de como caerte a un taxista. Se nota que la experiencia te abre el camino, no?
    Por cierto, vi que linkeaste mi ultimo comentario en CcsMS... Me gustaría saber tu opinión. Un abrazo.

    E. Snake

    ResponderEliminar
  2. Cual es el código para que un camionero se de cuenta de que andas buscando sexo oral sin que nadie más se de cuenta? Deseo pedirle la cola a un camionero (como lo hiciste alguna vez, segun contaste en otra entrada) pero quiero estar seguro de que él se de cuenta de alguna manera discreta de que soy gay. Debe haber un código para eso pero que no sea botando plumas. O dime cómo identificar a aquellos que están dispuestos a darte un aventón a cambio de una mamada! Para poder pedirle la cola al indicado. Agradezco mucho tu ayuda. Respondeme a oriol79lopez@hotmail.com

    ResponderEliminar