No hace falta ser "activo" (¿eso existe?) para disfrutar enteramente de un culo bien montado. Hasta en eso, los hombres somos unos afortunados: el culo de un hombre, ese par de nalgas turgentes y redondas con que algunos machos pasean su "parte de atrás" está fantásticamente integrado al cuerpo macizo y provocador de un hombre, y permanece aun después que muchos de sus encantos comienzan a desvanecerse....
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