Es verdad que se trata de un deporte un poco rudo para el que, la mayoría de las veces, no tenemos estómago que lo soporte; pero, hay algo irremediablemente sexy en el arte de la lucha libre. De los luchadores, debería decir. Son cuerpos verdaderamente bien puestos y en casi todos los casos, paquetes absolutamente provocadores...para muestra, un botón...
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