Es una manía de vacaciones que no puedo evitar, como siempre ando cámara en mano, cada que veo un hombre con algún atractivo, lo meto en mi cámara pensando en este blog y, como no, pensando en que donde me gustaría meterlo es en alguna cama o en algún escondrijo por ahí, para pasarlo rico con él. Una vez hace años en Inglaterra, estuve cazando a un tipazo que estaba buenísimo, mientras aparentaba mirar cuadros en un museo y el tipo termino dándose cuenta que tanto mi cámara como yo lo perseguíamos; mejor que no...el hombre se puso furioso, me metió tremenda insultada y pretendía quitarme la cámara (que me negué a entregarle), yo creo que si no salgo de allí en segundos, el tipo me habría dado mis golpes. Pues bien, ni siquiera eso me quitó la manía. Así que aquí están, unos machos que andaban sueltos por la playa en un viaje que hice, hace como un mes....díganme si no vale el esfuerzo de fotografiarlos...
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