lunes, 11 de julio de 2011

Amor es...

He leído recientemente un estudio, según el cual, es perfectamente posible diferenciar los "síntomas físicos del amor" los mismos de la lujuria. Es decir, lo que sentimos cuando queremos que el tipo se quede vestido, nos lleve a un buen restaurante, hable boberías con uno y se porte bien el día que llegue con nosotros a casa de nuestros padres es totalmente distinto, físicamente, de lo que sentimos cuando queremos arrancarle la ropa a dentellazos y meterlo en la cama sin tiempo para que diga otra cosa que suciedades. Al parecer, hay sectores del cerebro que se iluminan cuando estamos enamorados y nos hacen comportarnos de esa manera tonta que, a veces, nos da hasta vergüenza. No se si esta prueba científica del amor cambiará las cosas, tal como las vemos. Lo que si se, es que, de vez en cuando, viene bien darle un chance a los sentimientos, compartir besitos y pasiones que tienen otro ritmo, hacer cositas de amigos (sin ropa, claro está) y aceptar que no somos sólo carne, que uno también tiene un corazoncito.

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