Hombres, machos, animales de esta raza bendita. Peludos, lampiños, dotados, enhiestos. Machos que sólo están ahí para nuestro placer, para el goce interminable de pasar por cada uno y sacar de ellos lo mejor que tienen, lo que nos revienta los sesos, lo que nos encanta...
Machos, esa maravillosa invención...
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