sábado, 23 de agosto de 2014

En el gimnasio

¿A qué vamos, realmente, al gimnasio? siempre he creído que a ver y dejarnos ver, mientras aprovechamos para ponernos en forma. No está mal. Si el tipo que está buenísimo y va a la universidad que yo voy y no logro que me de bola en los pasillos, pues me voy al gimnasio donde probablemente comenzara a darse cuenta que yo existo y si logro ponerme igual de bueno, a lo mejor allí mismo recibiré sus atenciones y si no, por lo menos saldré del gym feliz de haberlo visto al completo o decepcionado por el tamaño de aquello o vaya usted a saber en que situación. Yo amo los gimnasios, y no solo para entrenar el cuerpo...
 






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